Dos meses, más de 180 días pegada a ti, enganchándome cada día un poco más a ti. Somos felices y qué? Nadie lo entiende. Que un simple te quiero, una conversación tonta, una discusión de las nuestras, sean los culpables de esa sonrisa que llevámos los dos, como tontos en la cara. Y cada no que nos decimos, cada vez que discutimos hacen que nuestro enganche sea mayor. Lo confieso, estoy enganchada a ti.
¿Sabes porque me llaman loca ? Porque disfruto de cada una de las putas locuras que el mundo tiene reservadas para mi. Vivo entre tacones altos, botellas de vodka y besos que no siento. Tengo mil argumentos para morir ahora mismo, pero querido desconocido, con este vaso en la mano y tu mano en mi culo tengo mil y un argumentos para seguir viviendo.
Eres una jodida droga. Mi droga. Estoy enganchada a ti y jamás tengo suficiente. Quiero más, y más y más. Rozar la línea de la sobredosis en tu cuerpo, esnifar tu olor con fuerza, y que se me quede guardado en mi memoria para cuando me entre el mono de ti. Pincharme cada una de tus palabras en mis venas y que recorra por todo mi cuerpo tu esencia. Alarmantemente un yonki de tu voz cada vez que me dices en voz baja que me quieres, mientras yo te pregunto (aun sabiéndolo) con voz de tonta "¿qué?" tan solo para que lo repitas y me vaya a dormir con una doble sonrisa.Lo más desesperante es no querer desintoxicarme. Quiero morir contigo. Que me maten tu cuerpo, tu olor, tu voz y tus besos.
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.