Sabes exactamente a quien necesitas para ser feliz, pero te faltan ese par de cojones para poder reconocerlo. Si lo pensaras en frío, si no tuvieras miedo a quedarte solo, a perder, si por un momento fueras egoísta y pensaras solo en tí, ahora mismo no tendría que estar diciendote todo esto. Que sí, que se que tienes a alguien que te quiere esperándote, pero créeme, que como no espabiles, la echarás de menos.